Síndrome músculo-esquelético de la menopausia

SÍNTOMA DE LA MENOPAUSIA

Síndrome músculo esquelético

Durante la menopausia, muchas mujeres experimentan molestias en las articulaciones y músculos. Este conjunto de síntomas se conoce como síndrome musculoesquelético de la menopausia. Comprender sus causas y conocer estrategias para manejarlo te permitirá transitar esta etapa con mayor comodidad y bienestar.

¿Qué es el síndrome musculoesquelético de la menopausia?

El síndrome musculoesquelético de la menopausia engloba síntomas como:

Dolor y rigidez articular: Especialmente en rodillas, caderas, manos y espalda.
Pérdida de masa y fuerza muscular: Conocida como sarcopenia, que puede dificultar actividades diarias.
Disminución de la densidad ósea: Aumentando el riesgo de osteoporosis y fracturas.

Estos cambios están relacionados con la disminución de los niveles de estrógeno durante la menopausia, afectando la salud de huesos, músculos y articulaciones.

📊 ¿Sabías que...?

Se estima que a partir de los 50 años, un 70% de las mujeres experimentará dolencias relacionadas con el síndrome musculoesquelético de la menopausia.

Actividades como caminar, nadar o practicar yoga pueden mejorar la flexibilidad, fortalecer los músculos y reducir el dolor articular. El ejercicio regular también contribuye a mantener la densidad ósea.
Incorpora en tu dieta:
- Calcio y vitamina D: Presentes en lácteos, almendras y pescados como el salmón, esenciales para la salud ósea.
- Ácidos grasos Omega-3: Encontrados en pescados grasos, semillas de lino y chía, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias.
  
  Una alimentación equilibrada puede ayudar a reducir la inflamación y fortalecer huesos y músculos.
El cartílago que protege las articulaciones está compuesto en gran parte por agua. Mantenerse bien hidratada es fundamental para su correcto funcionamiento y para prevenir la rigidez articular.
El estrés puede aumentar la producción de cortisol, una hormona que, en niveles elevados, puede afectar negativamente la salud ósea y muscular. Practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga puede ser beneficioso.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Si el dolor articular es persistente, limita tus actividades diarias o se acompaña de otros síntomas preocupantes, es recomendable consultar con una especialista en salud femenina. Existen múltiples opciones de tratamiento y apoyo que pueden adaptarse a tus necesidades específicas.

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