La deshidratación puede aumentar la sensación de cansancio. Procura beber al menos 8 vasos de agua al día. Utilizar una botella reutilizable puede ayudarte a monitorear tu ingesta diaria de líquidos.

Limita el consumo de azúcar y cafeína, ya que ofrecen soluciones rápidas pero temporales al cansancio. Opta por refrigerios saludables como plátanos ricos en potasio o chocolate negro con más del 80% de cacao. Incluye en tus comidas carbohidratos de liberación lenta, como arroz integral o quinoa, para mantener niveles de energía estables.

El ejercicio regular libera endorfinas, mejorando el estado de ánimo y aumentando los niveles de energía. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga pueden ser beneficiosas. Comienza con sesiones suaves y de corta duración, incrementando gradualmente la intensidad según te sientas cómoda. Evita sobreexigirte, ya que el exceso de ejercicio puede exacerbar la fatiga.